Villablino, ayer, hoy, ¿mañana?
22/12/2010 Fernando Geijo Rodríguez
L os pueblos de Laciana, como casi todos, de la bella cordillera Cantábrica, apenas han tenido modificaciones, en habitantes, producciones y cultura; ha través de generaciones y siglos. Sí tuvieron interés progresivo por la educación. En 1900, apenas había analfabetos. Villablino, en 1913 tenía 303 habitantes, y el total de los 15 pueblos de Laciana, 2950. Y dando vuelta de página, unos 70 años después, Villablino tenía 10.000 habitantes de hecho; y Laciana, casi 20.000 habitantes. Laciana tuvo una realidad muy positiva gracias a un filantrópico y prócer lacianiego: D. Francisco Sierra Pambley, soñador de la educación y el progreso. Así, en noviembre de 1885 logró, reunir en Villablino, personajes como Giner de los Ríos, Bartolomé Cossío, que en un «carricoche» llegaron de Madrid. Allí, al calor del hogar y del amor a su tierra, expuso su proyecto y ofreció su patrimonio.
Proyecto muy amplio: Educación básica, mercantil, agrícola, profesional y artesanal. Aceptaron el proyecto de D. Paco y redactaron los Estatutos de la Funda ción. Iniciaron las obras y seleccionaron el profesorado. Importaron aparatos técnicos, utillajes y máquinas. La primera desnatadora-centrífuga, que llegó a España, fue al colegio de Villablino. Así se obtenía una exquisita mantequilla. En 1915, se fundó la primera Cooperativa Mantequera. Allí, se formaron múltiples jóvenes de Laciana, Babia, Omaña, Palacios, etc; y varios, crearon famosas empresas en Villablino, León, Madrid. La Fundación «sembró» semillas en España. Pero en Laciana, iba a irrumpir otro proyecto socio-económico, de enorme magnitud que proporcionó gran progreso integral. También lágrimas por los accidentes y sorpresivas incertidumbres.
Aparte del tesoro humano de las comarcas, técnicos-científicos, detectaron enormes reservas de carbón en el subsuelo de Babia y sobre todo Laciana. En Madrid, se constituyó una potente empresa, y por vía urgente: «Manos a la obra». En 1919 decidieron construir el ferrocarril Ponferrada-Villablino. Unos 62 Km., donde muchos tramos, sólo cabían en la verticalidad del Valle, el camino y el río. Y a pico y pala hicieron la proeza que en unos 11 meses la primera máquina de vapor «pitaba» en la estación de Villablino.
Se abrieron múltiples galerías y pozos. Trabajaron duro los lugareños. ¡Cuántos mineros¡ desde su pueblo recorrían varios kilómetros de madreñas, cada mañana y tarde o noche para llegar al «tajo». De 10.000 tn/año de extracción al inicio, se llegaba a 4 millones de tn/año aproximadamente, según el año, en la época cénit. Mineros de las comarcas, de la provincia y otras; incluso, de Cabo Verde, buenos mineros y personas. pero, llegaron la primeras turbulencias y horizontes negros para el carbón. Así, el valor y la categoría humana de los mineros decidieron afrontar «La Marcha Minera». Unos 500 mineros, iniciaron el 3 de marzo de 1992, y tras recorrer cerca de 500 kilómetros en 18 etapas pisaron Madrid el 25 de Marzo con el aplauso y la emoción de 15.000 ciudadanos. En el recorrido, con una «salsa» de frío, lluvia, nieve, sol y llagas, recibieron mucha solidaridad, incluso por gentes de Villablino, con su párroco, don Ovidio. En 1992 aún tenía la M.S.P. 2.650 productores.
Tras, éste éxito, se sucedieron varios lustros con templanzas y tormentas. Pero llegó el año 2009, y sobre todo, el 2010. Con tinuos contratiempos, sacrificios, confusión e incertidumbres. Cortes en el tráfico salarios congelados, y también los sentimientos.
Al final de éste verano sufrieron encierros y protagonizaron «La Marcha a León» que fue un gran éxito social, siendo recibidos en León con una múltiple acogida. Y llegaron de Europa rayos de esperanza; pero las compañías eléctricas y una Institución «electrocutaron» la ilusión creada. Declararon una «guerra» fratricida entre «Decretos», «Térmicas» y «Mercados». Las térmicas se proyectaron para consumir carbón autóctono y el importado como complementario. Es triste y dramático ver las térmicas paradas, con unos 6 millones de tn. almacenadas, formando «montañas» de negra desesperanza. Es justo tener un recuerdo «vivo», para los mineros fallecidos en accidentes. ¡Cuanta desgracia! ¡Cuantos sollozos! ¡Que negritud de sentimientos! Todas las comarcas mineras de León tienen el derecho de vivir y dejar de sufrir. No veamos sólo imperfecciones en el carbón. Valoremos el gran número de puestos de trabajo que genera, en total unos 10.000. Y que aporta a la riqueza provincial, hacia un 15%. Además, su extracción es una riqueza de energía estratégica.
Pensemos también en el «mañana». Villablino, exige una buena comunicación con Ponferrada, León y Asturias, para potenciar el turismo y su industrialización. Subvenciones generosas a la inversión, con préstamos al 0%, exenciones fiscales y más. Es urgente la ejecución de la autovía Villablino-Piedrafita de Babia, ya aprobada, pero invernando como el oso de Somiedo. Una muestra más de los múltiples errores de los fondos Miner. Luego, bien autovía o carretera gran capacidad a enlazar con la AP-66. Así Laciana tendría un excelente acceso, y también, llegar al Musel, centro portuario de gran capacidad y proyección a Europa. Babia, ha de ser solidaria, con nuestra vecina Laciana.
Sería muy positivo no enredar y ver la razón, muy negativa la comunicación por La Espina. Serán de 40 a 50 kilómetros más de recorrido; y por Babia, con tramos muy favorables, estaría resuelto el cruzar la Cordillera Cantábrica, una gran obra. Gobierno-Estado-Junta-Diputación, tienen la responsabilidad y por vía urgente; sí, mantener el carbón, pero dar soluciones alternativas. Hay que dar vida a Laciana y evitar un drama social. No vale dar disculpas y desilusión sobre las dificultades geográficas. Peor orografía que Laciana, tienen muchas villas, con gran pujanza económica, en el País Vasco.
Laciana, seguirá viendo amanecer, cada mañana: ¡Por Carra sconte! Su Virgen, que es lacianiega y babiana puede, «echar una mano». Como ya lo habrá hecho en el pasado.
